miércoles, 30 de septiembre de 2020

Las siete cumbres

 


¿Sabes cuál es el monte más alto del mundo?  

Seguro que has oído hablar del Everest pero…¿Sabes que Junko Tabei fue la primera mujer en alcanzar su cima

Junko Tabei nació en Fukushima y desde muy pequeña se enamoró de las montañas. Con sólo 10 años ascendió al monte Nasu, un volcán al norte de Japón que le cambió la vida. Allí arriba no había hambre, no había guerras, solo estaban la cumbre y ella. 

Desde pequeña su interés por subir montañas le acompañó y cuando llegó a la universidad para estudiar Literatura inglesa, se unió al Club de Montaña de la Universidad. Al principio no fue bien recibida entre sus compañeros, la sentían débil y pensaban que sería un lastre que entorpecería al grupo. Junko acalló las críticas escalando las principales cumbres de Japón. En 1969 fundó el primer Club de Montaña para Mujeres de Japón. Junko seleccionó un grupo de 15 escaladoras mujeres para llevar a cabo una gran hazaña: escalar el monte Everest. Buscó apoyo para financiar la expedición, pero muchas puertas se cerraban pensando que un grupo de mujeres no sería capaz de llevarlo a cabo. Finalmente consiguió financiar el proyecto a través del periódico Japonés Yomiuri Shimbuny y la Televisión Japonesa. 

Llevaron a cabo un duro entrenamiento. En 1975 viajaron a Katmandú donde contrataron nueve sherpas locales. Junko utilizó la misma ruta que Edmund Hillary y Tenzing Norgay de 1953 para alcanzar la cima. Cuando estaba acampada junto con las otras mujeres a 6.300 metros de altitud, el campamento sufrió una avalancha que las dejó sepultadas bajo el hielo. Fueron rescatadas por los sherpas. Muchas mujeres se desmoralizaron y consideraron que ya no serían capaces de conseguirlo pero Junko se sobrepuso, siguió adelante y lo consiguió. El 16 de mayo de 1975 llegó a la cima con el sherpa Ang Tsering, convirtiéndose en la primera mujer que lo conseguía. 

Junko Tabei fue también la primera mujer en completar las Siete Cumbres, las montañas más altas de los siete continentes, en 1992. En 1996 escaló el Cho Oyu, dos días antes de cumplir 57 años convirtiéndose en la mujer de mayor edad que ascendía un ochomil. Junko Tabei, no hay camino que no puedas emprender ni cima que no puedas alcanzar.
 

Persigue siempre tus sueños.

(Extracto del libro Referentes para cambiar el mundo)

¿Has pensado alguna vez, corazón en mano, en tus sueños? ¿Qué te dicen tus emociones, cuál es ese sueño que una vez dejes este mundo quieres dejar como legado cumplido? 
No hace falta que sea una cumbre. ¡O sí! Eso solo lo sabes tú. Piensa en tus sueños, ponle palabras, siente las emociones, compártelos si te apetece con otras personas que también anhelen hacer realidad sus sueños y contribuir a un mundo diferente. Apoya a otras personas e impúlsalas a alcanzar sus sueños. 
Persigue siempre tus sueños. Sé un sherpa para tu tribu. 

lunes, 28 de septiembre de 2020

Student Premium

La motivación para el estudio es uno de los retos constantes que todo docente tiene delante de sí. Pero no sólo para quién enseña, supone también un reto para quién aprende, ya que son muchas las ocasiones en las que el esfuerzo constante no da los frutos esperados y al final desistir acaba siendo una opción más que realista.



Estudiar es un oficio y es un arte. Y saber estudiar es imprescindible para ganar la batalla al fracaso académico.
¿Se puede aprender a estudiar? ¿Funcionan las "técnicas de estudio"?
Sí, rotundamente sí a ambas preguntas.
A lo largo de mi vida, siempre, y subrayo siempre he mantenido activa mi actividad como estudiante, aún siendo formadora. Más aún, por el hecho de serlo.
Me apasiona saber, aprender y compartir lo que sé.
Quién me conoce lo sabe.
Y me duelen esos casos de grandes dificultades académicas, especialmente cuando la persona pone tanto esfuerzo, tanto empeño, tanta ilusión ... y luego no ve ni de lejos el resultado.

Por eso hace tiempo me planteé lo arrancar lo que hoy te ofrezco:
Un curso, breve, directo y muy concreto, sobre Técnicas de estudio desde tu autoconocimiento: Student Premium
No podía ser de otra manera siendo la inteligencia emocional el eje que articula mi actividad.
¿Qué aprenderás?
Haremos un check-in de tus hábitos (si me mientes, te mientes a ti, no ganas nada ...Sé sincero/a)
Averiguaremos para qué quieres estudiar, ya que sin motivación no irás muy lejos.
Abordaremos la parte técnica del estudio, que la hay. Y cómo no, aparecerá la actitud mindfulness, que si me conoces, sabes que la considero esencial.
Veremos qué haces y cómo lo haces con la información que tienes
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¿Te parece interesante?
Pues entonces te invito a conocer los 4️⃣ bloques que te he preparado, mira:
1️⃣

¿Cómo estudio?
Aquí haremos ese check-in del que te hablaba y veremos qué podemos mejorar en cuanto a hábitos. También aquí veremos qué pasa con nuestras creencias como estudiantes y con la indefensión aprendida, una importante zancadilla para el alumnado.

2️⃣

Hola Memoria‼️
Aquí veremos lo importante que es el desarrollo de la memoria en relación con el estudio, a corto y largo plazo. Vivimos en tiempos en los que casi todo se puede obtener a golpe de click y con un esfuerzo mínimo, además, toda aquella información que necesitemos o podamos necesitar, la podemos guardar. ¿Cómo valorar la memoria cuando en realidad nos lo ponen fácil para no desarrollarla? Si te permites conocerla (más), quizá puedas valorarla (mejor)

3️⃣

Wellcome orden😉‼️
No sólo tu espacio físico, que por supuesto también, sino tus materiales de trabajo: apuntes, libros, recursos digitales, tu tiempo, tu ritmo, tus actividades adicionales ... cuando hablamos de orden no sólo hablamos del orden de tu mesa de trabajo.

4️⃣

Go💪! Siempre desde la lectura
Lectura, notas, subrayado, esquema, mapas mentales, resumen ...
Veremos si efectivamente las técnicas están integradas, y además, navegaremos en los motivos que te impulsan a estudiar ¿Para qué? ¿Qué quieres lograr? ¿Por qué quieres hacer esos esfuerzos y esos sacrificios?
Conocimientos mínimos y básicos de inteligencia emocional.



Durante 20h iremos de la mano, después te soltarás para disfrutar de tu viaje, del éxito de tu viaje. Eso sí, recuerda que no existen recetas mágicas y que tu constancia, tu esfuerzo y tu capacidad de focalizar serán tus aliadas. Y si me necesitas, estaré siempre cerca de ti. A golpe de click 😉



martes, 22 de septiembre de 2020

Hacia nuevos modelos sociales y educativos



Cuando hablamos de educar en igualdad de género y oportunidades, debemos hacer una pequeña pausa, mirar de dónde venimos, analizar dónde estamos e inferir nuestro destino. El futuro, futuro es, y siempre podremos modificarlo si jugamos con las premisas que lo perfilan. 

Es por ello que si hoy hablo sobre igualdad en la infancia, es importante, clave diría yo, afirmar que el sexismo se aprende desde la infancia, la igualdad también. 

Las experiencias personales, familiares y sociales que suceden en la infancia (ojo, y en la adolescencia) tienen especial relevancia para el yo futuro del individuo en cuestión. 

Somos seres sociales por naturaleza y nos adaptamos con (suma) facilidad a los cambios que nuestro entorno nos ofrece. Esos cambios son posibles gracias a nuestra gran plasticidad, mucho mayor en los primeros años de vida, más oxidada a medida que maduramos. 

No por la edad, sino por el menor entrenamiento (consciente o no) de nuestras nuevas neuronas, esas que nacen cada día y necesitan ser activadas para no perderse por el camino ...

Cuando nacemos, y desde nuestra más tierna infancia, aprendemos a comportarnos en sociedad según seamos 👦 o 👧. Esto es lo que llamamos socialización de género. 

Son modelos básicos que aprendemos desde la infancia y que son necesarios para dar significado al mundo social y emocional propio y ajeno, son los modelos que nos dicen qué actividades debemos incluir o excluir de nuestro propio catálogo, siempre vista dicha inclusión o exclusión desde el género, son los modelos que nos dicen lo que es apropiado o inapropiado (nuevamente desde el género) así como supone la cimentación de las creencias que regularán, entre otras, la conducta entre lo que se dice y lo que se piensa, entre lo que se siente y lo que se hace. Siempre desde el género.



Y así aprendemos y reproducimos generaciones. Reproducimos los esquemas emocionales y sociales de una generación a la siguiente. Sin darnos cuenta. Sin hacerlo con propósito. Regalamos una herencia inconscientemente. 


¿Es posible entonces frenar esa repetición sexista tantas veces inconsciente? 

Sí, indudablemente es posible. Aunque difícil, muy difícil. 

Primero es necesario comprender (y para ello, hay que bucear o nos tienen que explicar) como se ha desarrollado todo ese engranaje que hace posible la sencillez del sexismo en todas las esferas de nuestras vidas. 

Es preciso considerar cómo se estructuran las relaciones y se resuelven los conflictos en los diferentes  contextos que lo han seguido reproduciendo hasta la actualidad, o lo que es lo mismo ... en todos. Laboral, académico, social, deportivo, digital... todos los contextos que podamos contemplar en nuestra sociedad están teñidos de sexismo. Que lo veamos o no es otra historia. 

Vámonos, por ejemplo, a la estructura familiar tradicional, encontramos la digital y la analógica. Los estudios nos confirman que esas familias que están en contacto con lo que sucede más allá de la familia, que comparten la responsabilidad de educar desde un estatus de igualdad, que manifiestan un vínculo afectivo basado en el respeto mutuo, y que ejercen la autoridad y el poder necesario para educar/empoderar desde esquemas compatibles con los actuales valores democráticos presentan menos dificultades a la hora de resolver dificultades no sólo como unidad familiar, sino en términos independientes. 

Por extensión, en el modelo educativo sucede el mismo fenómeno. Y vamos más allá: los indicadores de resultados académicos reflejan que la ancestral desventaja de las mujeres para el estudio y el trabajo que con él se relaciona no sólo ha desaparecido, sino que parece haberse invertido en las generaciones jóvenes. No conviene olvidar, sin embargo, que la superior preparación que con frecuencia tienen las mujeres sigue chocando con “un techo de cristal” y "suelo pegajoso" que les impide acceder en condiciones de igualdad a puestos laborales de poder, debido, en parte, a la dificultad de conciliar el ámbito público con el privado, en torno a la cual se sigue reproduciendo la división sexista de esferas. 

¿Cómo explicar que en los diversos indicadores de éxito escolar las mujeres obtengan resultados mejores que los hombres?

Nos da respuesta aunque incompleta, el entrenamiento de serie que nos brindan a las mujeres por el hecho de serlo, en todo el repertorio de cualidades asociadas a las habilidades sociales tales como:  empatía, capacidad para tolerar frustraciones, tendencia a ponerse en el lugar de los demás y un largo, larguísimo etcétera. 






¿Entonces? 

Para explicar estas diferencias conviene tener en cuenta que la presión social para el estereotipo masculino sigue siendo más rígida y coercitiva que la presión para el estereotipo femenino, y que las mujeres suelen percibir la superación del sexismo como una ganancia mientras que los hombres tienden a percibirla como una pérdida. 

Para construir una cultura de igualdad es preciso ayudar, también a los hombres, a reconocer como una ganancia la liberación de la presión machista que condiciona su desarrollo y el de las personas con las que vaya a relacionarse. 


Importantísimo basar esta construcción sobre tres pilares, que desarrollaré en un siguiente artículo, que son: 

1) El componente cognitivo del sexismo,

2) El componente afectivo o valorativo, y 

3) El componente conductual del sexismo. 


Hombres y  mujeres pagamos un peaje muy elevado para mantener esta sociedad sexista. Peaje que muchas veces es desconocido, por ejemplo en el ámbito sanitario (nuestra propia salud) o en el ámbito de la PRL (prometo dedicar otro artículo,en breve, en el que puedas conocer, si es que todavía no sabes, las grandes repercusiones que tiene para nuestra salud el sexismo) 

Pagamos un coste del que no tenemos conocimiento y cuyas consecuencias sólo benefician a quienes dibujan y manejan este sistema y se benefician del mismo. Pero esto es tema para otra ocasión. 





Tus innegociables

¿Corres detrás de la felicidad? ¿Parece que la rozas pero se te escapa? Todas las personas tenemos unos mínimos innegociables que nos hacen ...