Cuando nos permitimos que tengan presencia en nuestra vida nos sentimos mejor.
Plantéate qué NO es negociable en tu vida y de qué manera vas a exigirte a ti que estén presentes, con qué frecuencia y en qué medida.
En la imagen tienes un ejemplo, que puede coincidir contigo. O no.
Te añado además un innegociable más, mucho más importante de lo que pueda parecer: la conversación.
La conversación es la herramienta que más impacta en nuestra mente, despierta nuestra curiosidad, alimenta la reflexión y nos ayuda a conectar puntos. Podríamos decir que es la metodología que más impacta en la transformación de una persona. Si puedes permitirte tener sesiones de terapia, hablar con tu terapeuta, intercambiar opiniones sin juicio ni prejuicio, te resultará muy enriquecedor y positivo.
Si no puedes, busca una persona con criterio, objetiva, que te aprecie. Y conversad.
Si además puedes organizar tus innegociables para que desde primera hora del día les puedas reservar un espacio, tendrás mayor sensación de bienestar, que repercutirá en el resto del día.
Cuando organizamos nuestra vida en torno a nuestros innegociables, experimentamos una mayor sensación de plenitud y satisfacción. Estos elementos actúan como anclas que nos mantienen centrados, sin importar lo que ocurra a nuestro alrededor. Nos proporcionamos estabilidad emocional y mental, y nos ayudan a manejar mejor el estrés y las dificultades.
Cumplir con tus innegociables también genera coherencia entre lo que valoras y cómo vives. Esta alineación es crucial para evitar la sensación de vacío o desconexión que muchas personas experimentan cuando se desvían de lo que es realmente importante para ellas. Es el camino hacia una vida en la que lo urgente no sustituye a lo importante.
A veces la velocidad de la vida nos obliga a posponer lo más vital .... ¿Cómo hago de mis innegociables una prioridad cuando el entorno me lo pone difícil?
Organiza tu tiempo conscientemente : A menudo dejamos de lado lo que más valoramos porque estamos ocupados con las demandas diarias. Establece horarios específicos en tu agenda para dedicar tiempo a tus innegociables, sin importar qué tan ocupada esté tu vida.
Comunica tus límites : Asegúrate de que las personas que te rodean comprendan lo que es importante para ti. Al establecer límites claros, puedes proteger esos aspectos innegociables sin sentirte culpable.
Reevalúa constantemente : La vida cambia, y también pueden hacerlo tus prioridades. No tengas miedo de revisar lo que en un momento fue innegociable para ti y ajustar lo que sea necesario para mantener tu bienestar.
Cuando vivimos en alineación con nuestros innegociables, construimos una vida más coherente y significativa. No es solo cuestión de prioridades, sino de respeto a uno mismo. Reconocer qué es lo que realmente importa, protegerlo y honrarlo, nos lleva a un estado de bienestar y paz interior duradero.
¿Tienes ya en mente cómo cumplir con tus innegociables?