No somos consultores/asesores, que son quienes te dicen lo que tienes que hacer para solucionar un problema. No somos psicólogos.Tampoco somos adivinos ni videntes. Ni adivinamos y predecimos nada.
Aunque algun@s lo son, un coach no tiene necesariamente que ser consultor, asesor, ni psicólog@
Así que…¿Qué somos?
Aunque algun@s lo son, un coach no tiene necesariamente que ser consultor, asesor, ni psicólog@
Así que…¿Qué somos?
Cuando vas a un sitio nuevo, que desconoces, y tienes que desplazarte, o preguntas a una persona, te subes a un taxi, un Uber o un Cabify o abres tu navegador y pones tu lugar de destino.
Con más tráfico, con menos, con peaje, sin él… te permite ver con perspectiva las distintas opciones. Incluso puede ser que sobre la ruta … decidas hacer cambios ¿Y qué hace entonces el GPS? Te re-calcula las distintas opciones que tienes, y tú, siempre tú, eres quién ELIGE con conocimiento de causa.
La esencia del coaching es simple: cambiar de dónde no estoy bien a dónde deseo estar. Ese cambio puede llevar (y lleva) movimiento y evolución. Y necesita una mirada multidisciplinar.
Las situaciones de partida son normalmente tres:
1-A veces sabes dónde quieres estar, pero no estás segur@ de cómo llegar de la mejor manera. El camino implica consecuencias…
2-Otras veces es que sencillamente no sabes el camino.
3-Sabes dónde quieres ir, sabes qué camino elegir, pero no arrancas el coche. Sabes que tendrás que atravesar semáforos, rutas alternativas, algún Stop que otro, tendrás que ceder el paso, y cuando llegues a tu destino, tendrás que (al menos temporalmente) aparcar.
A veces, muchas veces lo que nos da miedo es lo que (creemos que) vamos a encontrar en todo ese tramo. También en estos casos, especialmente en estos casos, la figura del coach puede ser vital.
Un coach ha de ser un profesional preparado específicamente para ello. Es necesario dominar distintas técnicas, además de estar en permanente reciclaje. Así que, por supuesto, no vale cualquiera no.
Particularmente pienso que a mayor enriquecimiento vital, es decir, cuanto más profundos hayan sido los procesos de cambio vividos por el profesional, más valor añadido tiene como coach profesional.
¿Como funciona entonces el coaching?
Partiendo de la base que sólo podemos cambiar aquello que sabemos que existe, y sólo sabemos que existe aquello que vemos (somos conscientes) …podemos decir que un proceso de coaching es como subir en una avioneta y ver desde arriba nuestro «problema».
En numerosas ocasiones nos esforzamos y esforzamos en superarnos. En ser mejores. En lograr «eso». En vano. La dificultad radica en la no-consciencia de aquello que nos limita. Por ese motivo, aún con libros y libros leídos, aún con charlas y más charlas escuchadas, tropezamos ¡¡ de nuevo !! con la misma piedra.
El coach refleja las creencias limitantes, destapa esos miedos o inseguridades a veces ocultos,de modo que la persona descubre (no inventa) un potencial que quedó opaco por experiencias, creencias, etiquetas asumidas…
El coach realmente no enseña, permite que aprendas por ti mism@. Por ese motivo no crea dependencia. Sí puede ocurrir que vuelvas a recurrir a un proceso de coaching, pero no de forma sistemática. Si el coach hace bien su trabajo, aprendes del proceso para sucesivas experiencias. A diferencia de una consulta en terapia, sales de una sesión de coaching con un plan de acción de presente a futuro.Con foco en unos resultados concretos y definidos. Con esa ruta de GPS que haces tú y no el coach. El coach te ayuda a hacerla para llegar a donde tú quieres y como tú quieres.
Así que resumiendo, tres cosas que puedo hacer por ti:
1- Hacer consciente aquello que te pasa desapercibido
2- Enseñarte recursos y herramientas con las que pasar de donde estás a donde deseas estar
3- Profundizar tu conocimiento personal y profesional.
Mi propuesta de valor es compartir contigo, transmitirte lo que SÍ FUNCIONA, aquello que he sometido a la categoría más práctica desterrando las inmaculadas frases de marketing que para poco (nada) sirven. Abrirte puertas que te permitirán experimentar ese bienestar que conecta con tu esencia, con tu forma de vivir, con quién realmente tú eres. Con quién realmente puedes llegar a ser.