sábado, 27 de junio de 2020

El arte y el deporte: dos caminos para el conocimiento personal


¿Hablamos de juventud? A través del arte y del deporte 😊


El arte y el deporte dibujan un proceso de autoconocimiento que abre un cauce de expresión a algunas de las necesidades humanas intrínsecas más importantes. 



 


  



Los seres humanos tenemos necesidades, codificadas en nuestra estructura genética, de serie, que condicionan nuestro comportamiento: éstas son la necesidad de supervivencia, el amor y la pertenencia, el poder y el reconocimiento, y, por último, la libertad y la diversión.
El arte, la creatividad y el deporte tienen un nexo de unión con el juego: se parecen al juego y dependen de la imaginación. Son herramientas de comunicación emocional y expresiones naturales del espíritu y del lado mágico de la vida, porque sobrepasan las limitaciones del mundo diario. Te llevan a dónde no puedes estar por mucho que lo desees. 
Con frecuencia muchas personas apartan su lado creativo, porque no encaja con los cánones de su sociedad, porque no alcanza las expectativas de su entorno social o familiar o por cualquier motivo que desde luego la educación formal podría explicar con razones sobradas. Sin embargo, todas las personas deberíamos ser capaces de disfrutar del proceso creativo, al margen de nuestro talento objetivo, desarrollando, fortaleciendo y expresando las habilidades del pensamiento creativo: resolución de problemas, introspección, sentido de la perspectiva, empatía, resiliencia, comunicación eficiente, trabajo en equipo y toma de riesgos sana. ¿Te das cuenta que muchas personas se ven privadas de esta satisfacción? 
Por ejemplo, pintar (o aprender a pintar) no es sólo cuestión de desarrollar una habilidad más. Supone la superación del complejo y del miedo a «no saber», a «no ser capaz». Permite además mirar el mundo que nos rodea con una mirada fresca. Personal. Única. Transgresora si quieres. 
Pintar es sinónimo de expresarse sin prejuicios. 
Por otra parte, arte y deporte comparten otra lección magistral : la disciplina. 
Tanto en lo uno como en lo otro es necesario aprender a ser disciplinado, perseverante, definir el objetivo y esbozar el camino que con esfuerzo, te llevará a alcanzarlo. 
El esfuerzo diario lleva al practicante a sentir emociones, habilidades y hábitos (conductas)  que puede trasladar a cualquier área de su vida, especialmente si sabemos mostrarle ese paralelismo y sus beneficios.
Si desde tempranas edades nuestros hijos experimentan e incorporan estos canales de expresión, de canalización de emociones y de aprendizaje llegarán a la etapa adolescente mucho más preparados. 
Quienes tengan una sólida autoestima, un profundo conocimiento de su persona y cauces de expresión y exploración diversos, tendrán más posibilidades de vivir una adolescencia más consciente, más clara y serán capaces de resistir mejor las presiones sociales de sus iguales. 




Pese a ello, no tenemos garantía de reducir el dolor de ciertas vivencias, de determinadas experiencias. Como padres/madres, duele, pero nuestra misión es prepararles para que cuando tropiecen, tengan un botiquín preparado con todo lo necesario y sepan curar sus heridas. Esa es nuestra misión para con ell@s. 





Y cuando lleguen a la adolescencia ... si hemos trabajado bien las etapas previas, comprenderemos qué cambios vive su cerebro, les ayudaremos a comprenderlo y sobretodo, sobretodo, hablaremos  casualmente con ellos: en el coche, en una salida, durante las compras, tomando un helado... Esos momentos deben de suceder, con magia, con complicidad. Con cariño y sabiendo lo que ocurre dentro de su mundo cambiante, somos nosotros quienes tenemos que aprender para estar cuando llegue el momento. 






Tus innegociables

¿Corres detrás de la felicidad? ¿Parece que la rozas pero se te escapa? Todas las personas tenemos unos mínimos innegociables que nos hacen ...